mayo 28, 2011 0 comentaron

selene

Gracias al cielo que llegaste.
Dormida en el regazo de la luna
te inundó con su luz,
te alzaste como el nuevo sol
de vida una noche.

Anhelada en secreto llegaste, Luna,
blanca en todo tu esplendor.
Acostumbrada a brazos transparentes
tocaste con tus manos de paz
dos corazones traviesos, volátiles.

Luna, habitaste meses en mi cuerpo
y en mi vida, desde siempre
sin saberlo.
 
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