Regresar el tiempo, correr a decir todas las cosas que no dije, hacer lo que no fui capaz de hacer sólo porque ahora tengo la certeza de que mis miedos no tenían fundamento, quizá siempre lo supe pero igual siempre fui miedosa, demasiado. Jamás temí a la oscuridad o al coco pero siempre a las reacciones de los demás, tal vez a las tuyas. Pero como la máquina del tiempo es un invento ficticio de mi mente chueca y gastada, ahora sólo quiero golpearte, hacerte pedacitos, reclamarte todo lo que has hecho y dejado de hacer, lo que no hiciste; quiero gritarlo todo tal cual es, sin importar lo que pase, lo que piensen o lo que suceda después pero eso no se puede, y entonces sólo quiero llorar, en medio de la noche despertarme como muchas otras veces pensando en otras cosas, para reclamarme que pude haber hecho algo, que posibilidades hubo siempre a lo largo del camino, pero que ya no existen, que se esfuman a cada paso y yo, con este coraje, con esta rabia, la impotencia, la frustración a manos llenas. Si lo hubieras dicho antes... No sé, tal vez sí tenga caso
Regresar el tiempo, correr a decir todas las cosas que no dije, hacer lo que no fui capaz de hacer sólo porque ahora tengo la certeza de que mis miedos no tenían fundamento, quizá siempre lo supe pero igual siempre fui miedosa, demasiado. Jamás temí a la oscuridad o al coco pero siempre a las reacciones de los demás, tal vez a las tuyas. Pero como la máquina del tiempo es un invento ficticio de mi mente chueca y gastada, ahora sólo quiero golpearte, hacerte pedacitos, reclamarte todo lo que has hecho y dejado de hacer, lo que no hiciste; quiero gritarlo todo tal cual es, sin importar lo que pase, lo que piensen o lo que suceda después pero eso no se puede, y entonces sólo quiero llorar, en medio de la noche despertarme como muchas otras veces pensando en otras cosas, para reclamarme que pude haber hecho algo, que posibilidades hubo siempre a lo largo del camino, pero que ya no existen, que se esfuman a cada paso y yo, con este coraje, con esta rabia, la impotencia, la frustración a manos llenas. Si lo hubieras dicho antes... No sé, tal vez sí tenga caso
Espero agazapada, sin correr.
Quiero no despertar,
dormir en mi propia sombra,
esconderme tras de mí.
Saber que no hay lleno ni vacío.
Sentir tras de los ojos cerrados
las miradas sangrantes
Y bajo los pies carcomidos
cientos de abejas volar.
¿Mirar el palpitar enmohecido
de mis otras calaveras?
Hoy no, quizá mañana.
Talvez ahora decida no morir.
Podría decir muchas cosas, todas las que he dicho y otras más, podría insultar, berrear y patalear, pero mi reacción es menos agresiva, más intrínseca y dolorosa. Cuando estamos separados te comportas como un verdadero tonto, o peor; golpeas uno a uno los ladrillos que lleva semanas unir, esta vez sucede lo mismo. La diferencia: Yo golpeé esos ladrillos antes que tú. Una deprimida, el otro, deprimido, frustrado, cansado, estresado, decepcionado, tal vez; parece ser definitivo.
Bueno, ya que he andado musical, va otro más.
Éste me lo recetó mi conciencia hace tiempo, cuando había cosas que no estaban bien. Aunque al escuchar la versión en vivo el contexto acaba de redondear la canción, escucharla ayuda al menos un momento, ¿qué no?
Estaba en medio de las labores de mi desorganizado empleo cuando, para no variar, en medio de la noche recordé un episodio bastante gracioso para un humor como el mío. He de confesar (muy a mi pesar y con plena conciencia de que seré presa de muchas burlas) que en los últimos días, entre una cosa y otra, he llegado a ver un programa de esos que a uno le incrementan mucho la autoestima (obvio, por recordarle a uno que siempre se puede ser peor): ¡ventaneando! (yo misma aún me sorprendo y reprendo por ello).
En fin, la escena que vino a mi memoria entre los desvaríos de una mente tan torcida como la mía, es aquélla en que aparece el extinto (nótese la paradoja) rey del pop envuelto en llamas, bueno, no él, sino lo que a la distancia parece ser su cabellera; y digo "no él" porque la escena es tan impactante que parecería que esa parte de él, no es de él ¿me explico? Lo sé, es tal vez de mal gusto, mala educación, mala gente pues, reírse tanto (¡y de qué manera!) de un personaje apenas caído, pero es que es imposible para mí imaginar (y aquí es donde se liga todo con mi penosa confesión) que, como decía un célebre conductor de ese programa, este hombre hubiera podido bailar por tanto tiempo mientras su cabeza se incendiaba, vamos, que cualquier cristiano en su lugar sentiría que literalmente le brincan los piojos y hasta se la mientan ¡pero no!, él, muy profesional, continuó con la grabación del comercial. Recuerdo perfectamente, porque tengo mala memoria sólo para lo que me conviene, que el conductor éste decía que al final había terminado como puro, todo negro y con la cabeza roja, que era algo así como la versión pop de la antorcha humana, y otras aseveraciones por el estilo. Sí, tal vez un chiste repetido y mal contado no cause tanta gracia como si lo dijera Polo Polo pero de verdad, el conjunto de imagen y sonido que tuve oportunidad de apreciar ese día no deja de hacerme reír, aun cuando eso no es muy difícil, siempre se agradece cuando lo logran por días y días.
El olvido no es la victoria
sobre el mal ni sobre nada
y sí es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
no olvida el que finge olvido
sino el que puede olvidar