julio 17, 2009

Ya qué

Estaba en medio de las labores de mi desorganizado empleo cuando, para no variar, en medio de la noche recordé un episodio bastante gracioso para un humor como el mío. He de confesar (muy a mi pesar y con plena conciencia de que seré presa de muchas burlas) que en los últimos días, entre una cosa y otra, he llegado a ver un programa de esos que a uno le incrementan mucho la autoestima (obvio, por recordarle a uno que siempre se puede ser peor): ¡ventaneando! (yo misma aún me sorprendo y reprendo por ello).


En fin, la escena que vino a mi memoria entre los desvaríos de una mente tan torcida como la mía, es aquélla en que aparece el extinto (nótese la paradoja) rey del pop envuelto en llamas, bueno, no él, sino lo que a la distancia parece ser su cabellera; y digo "no él" porque la escena es tan impactante que parecería que esa parte de él, no es de él ¿me explico? Lo sé, es tal vez de mal gusto, mala educación, mala gente pues, reírse tanto (¡y de qué manera!) de un personaje apenas caído, pero es que es imposible para mí imaginar (y aquí es donde se liga todo con mi penosa confesión) que, como decía un célebre conductor de ese programa, este hombre hubiera podido bailar por tanto tiempo mientras su cabeza se incendiaba, vamos, que cualquier cristiano en su lugar sentiría que literalmente le brincan los piojos y hasta se la mientan ¡pero no!, él, muy profesional, continuó con la grabación del comercial. Recuerdo perfectamente, porque tengo mala memoria sólo para lo que me conviene, que el conductor éste decía que al final había terminado como puro, todo negro y con la cabeza roja, que era algo así como la versión pop de la antorcha humana, y otras aseveraciones por el estilo. Sí, tal vez un chiste repetido y mal contado no cause tanta gracia como si lo dijera Polo Polo pero de verdad, el conjunto de imagen y sonido que tuve oportunidad de apreciar ese día no deja de hacerme reír, aun cuando eso no es muy difícil, siempre se agradece cuando lo logran por días y días.




Yo no quería escribir de Michael Jackson, sucede que cuando alguien muere, todo el mundo se acuerda de él; mientras vive, como dijo un célebre e inolvidable amigo puberto "ni quien lo pele una mosca". Lo juro, yo no pensaba decir nada al respecto pero después del videíto, pues ya qué.

2 comentaron:

Jair dijo...

Jajajajajajaja, es demasiado gracioso para ser verdad... Lo que nadie sabe es que él estaba intentando apagarse el fuego (Nótese que lo consigue. ) A partir de ahí decidió usar esos "pasos" para sus coreografias posteriores.

Por favor, ya no veas ventaneando.

mettok dijo...

:-S Nadie va a enterarse, verdad?? Si eso sucede, sabré que fuiste tú!! ò_ó

 
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