mayo 05, 2010

pensamientos de libertad

Cuesta tanto desprenderse de los sueños viejos que cuando por fin, éstos mismos muestran en paralelo que fue mejor no andarlos, el alma se llena de un regocijo sublime. Entre dulce y amargo es el sabor de la emancipación.


La decepción siempre es la mejor arma para romper cadenas. Duele pero es efectiva.

1 comentaron:

Jair dijo...

A veces no hay más remedio que decepcionarse y resignarse...

 
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