Una vez, el señor Alpuche, célebre personaje, bibliotecario de la escuela, me dijo: muévete siempre, si no lo haces, te vas a estancar. Sí, una perogrullada. Sin embargo la retomo porque, aunque quizá no sea el ser más andante, estoy de acuerdo en que tomar el saco de las experiencias para tirar aquéllas caducas y en cambio, buscar otras quizá no más placenteras, pero que nos harán crecer en lugar de, cito, estancarnos; es una de las grandes ventajas de estar vivo.
Sacude tus sandalias,
no permitas que
el polvo de los muertos
te llegue a las rodillas,
suba hasta tu cuello
y te devore hasta vomitar...
vomitarte a ti mismo
mientras lloras vida,
imploras piedad
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o como dice Kavafis:
"[...]Debes rogar que el viaje sea largo,que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia, y comprar unas bellas mercancías: madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben..."
saludos :)
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