octubre 08, 2007

por última vez

En el momento en que lo tuvo de frente, con su cabeza entre las manos se asomó a esos ojos pequeños y como en un abismo se dejó caer sólo para mirar por última vez los cuarenta y tres años de amor turbulento que por las noches hacían sacudirse a los cimientos de la casa y por los días, provocaban algo más que un incendio perpetuo.


Tan pronto como la luz en sus pupilas mutó para convertirse en sombras, soltó aquélla cabeza mil veces amada para cerrar la caja y dejarle ir sin ella, por última vez.

1 comentaron:

Anónimo dijo...

Lo que escribes tiene talento. con pocas palabras consigues poner dentro de las palabras al que lee. me tiene sorprendido, ya que yo tambien lo intento sin sentirme con exito. estoy acabando una pequeña historia. cuando la tenga te pedire, si gustas, que la leas para saber tu opinion.
saludos!
toni http://cafedelartenburgo.blogspot.com/

 
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